¿En Cuantos Días se ve Viena?
Viena es uno de los destinos turísticos preferidos por muchos. Una ciudad con un encanto especial y un sinfín de actividades y lugares emblemáticos que visitar. Tanto es la admiración por la ciudad, que cada vez son más los interesados en ir, disfrutar y dejarse cautivar por la capital austriaca.
Aunque es conocida comúnmente como una ciudad sería por su estilo clásico y elegante, Viena cautiva a personas de un sinfín de estilos diferentes: una hermosa ciudad que combina el aprendizaje cultural con el ocio y la diversión. Si estás buscando descansar de tu rutina diaria, Viena es un destino ideal para ti.
La estancia recomendada en Viena es de, al menos, tres días que hay que aprovechar al máximo, aunque se puede ampliar un par de días más para descubrir cada rincón de la hermosa ciudad. Unas vacaciones que no podrás olvidar nunca y que te permitirán viajar a otras ciudades europeas que se encuentran cerca (incluso viajar en el día) como Praga o Budapest.
Estancia Mínima recomendada: 3 días en Viena
¿Es posible conocer Viena en sólo 3 días? La respuesta es: rotundamente sí. De hecho, no debería hacer falta más tiempo para conocer la capital austriaca. Eso sí, hay que invertir todo el tiempo posible y planear cada día para aprovecharlo al 100%. Así que ponte las pilas porque, sin duda alguna, merecerá la pena. En este artículo vamos a proponerte un itinerario turístico, en gran medida relacionado con el arte y la cultura, ya que es una ciudad en la que predomina un estilo bohemio, clásico y moderno que se junta a su vez para crear una combinación explosiva.
Qué ver en Viena en solo 3 días
Contamos con la guía para ver Viena en 3 días ideal, realizada por viajeros expertos en la ciudad.
Estancia recomendada para ver Viena: 5 días
En un viaje de 5 días es posible ver, visitar y conocer la ciudad austriaca a la perfección. Aprovecha las ventajas del transporte público de la ciudad, funciona con efectividad y permite moverse con rapidez y ahorrar tiempo para visitar todo lo planeado. Aunque, al igual que otras capitales del mundo, la ciudad se ha modernizado, sigue conservando su estilo barroco, clásico y elegante. Por eso, merece la pena recorrer la ciudad recorriendo algunos de sus edificios y monumentos más emblemáticos y que no pasan de moda nunca.
Conoce su gastronomía y aprovecha para desayunar en algunas de sus pastelerías más famosas, como Denvel.
Puedes visitar el barrio de los museos, la plaza Maria-Theresien, el bulevar Burgring o el jardín Volksgarten. Todos estos lugares se encuentran muy cerca, por lo que es recomendable visitarlos en un día. Otro día puedes ir a conocer los siguientes: la calle Kärtnerstrasse, el famoso mercado Naschmarkt, la fuente Hochstrahlbrunnen y para terminar el día un plan genial es visitar el parque de atracciones de Prater. Para finalizar la visita a Viena te recomendamos visitar su emblemático ayuntamiento y el conocidísimo Palacio de Schönbrunn, patrimonio de la UNESCO.
Además puedes aprovechar algún día para hacer una excursión, las más recomendadas: Hallstat y Salzburgo.
Aquí puedes ver como ir de Viena a Hallstat.